Análisis heurístico
El análisis heurístico es un método de evaluación que sirve para detectar los principales problemas de usabilidad de un herramienta o servicio digital, con el fin de proponer mejoras ante cada debilidad detectada.
¿Qué es?
El análisis heurístico es un cuestionario que permite evaluar objetivamente diferentes aspectos de un producto o servicio digital para determinar si cumple una serie de requisitos para los usuarios. Es algo así como una guía de usabilidad para evaluar una página web, una herramienta, un servicio...
Generalmente se siguen los 10 principios heurísticos elaborados por Jakob Nielsen:
- Claridad: Los usuarios, tan pronto como entran en una página web, con solo echar un vistazo, deben saber de qué trata.
- Lenguaje comprensible para todos: Es muy importante saber adaptar el lenguaje al que manejan los usuarios, de manera que puedan entender mejor el contenido de la página web.
- Prevenir los errores: Un buen sitio web debe advertir a los usuarios de cualquier error, pero para que su experiencia en el mismo sea aún mejor es mucho más aconsejable no dejarles cometer errores.
- Minimalismo: Una página web debe ser lo más minimalista posible. Si los usuarios entran en una página cargada de texto y contenido multimedia se pueden sentir totalmente perdidos, y según las estadísticas, tardarán menos de cinco segundos en cerrarla e ir a otra.
- Ayudar a los usuarios: Hay cosas que los usuarios no tienen por qué saber, así que la ayuda nunca hace daño. Por ejemplo, en una tienda online, en la página de pago, justo al lado del código CVV, es aconsejable poner un dibujo de la tarjeta indicando dónde se encuentra este código.
- Libertad: Una vez que el usuario entra en una página web, es totalmente libre de navegar por ella como desee. Por lo tanto, debe evitar siempre los callejones sin salida.
- Consistencia: Una buena página web debe seguir un estándar consistente en todas las páginas que la componen. Es decir, no se puede hacer que el menú funcione de diferentes maneras, por ejemplo, o cambiar su ubicación por pura estética.
- Información disponible: Los usuarios deben tener siempre información sobre dónde están en el sitio web y en ningún caso se les puede obligar a usar su memoria para saber dónde están.
- Eficiencia de uso: Hay que tener en cuenta que hay usuarios que ya conocen muy bien las páginas web por las que están navegando, así que es conveniente poner aceleradores que les permitan realizar acciones frecuentes de forma más rápida y directa.
- Mensajes de error: Evitar los tecnicismos es la mejor opción, además, es conveniente que sugieran una solución o una salida para los usuarios.
¿Cuándo se hace?
Un análisis heurístico se puede llevar a cabo en varios momentos del proyecto. Por ejemplo, si se trata de un rediseño, puede ser uno de los puntos de partida para identificar las principales áreas de mejora del servicio o herramienta. También puede realizarse en cualquier momento de la fase alfa del desarrollo de un prototipo, pero siempre será más efectivo cuando se lleva a cabo desde las primeras etapas del diseño. Otra opción es llevarlo a cabo como parte de la etapa de mejora continua.
¿Cómo se hace?
Paso 1: Determinar la interfaz a probar
El primer paso siempre será elegir la interfaz que se va a probar, ya sea una existente o un prototipo o boceto. El único requisito es que la interfaz reproduzca el diseño y las características que se utilizarán en la versión real.
Paso 2: Determina a los evaluadores
Para realizar un análisis heurístico se necesitan varios especialistas evaluadores, una sola persona difícilmente puede detectar todos los problemas de usabilidad, incluso si tiene mucha experiencia en el diseño. Con tener entre 3 y 5 evaluadores es suficiente.
Paso 3: Inspeccionar
A continuación se inspecciona la web, herramienta o servicio teniendo como referencia los principios que se han comentado previamente, de manera que se determina si la web es eficiente o deficiente.
Paso 4: Analizar los resultados
Finalmente, es el momento de recopilar y analizar todos los comentarios para poder tomar decisiones que nos permitan mejorar nuestro producto o servicio para el futuro.